Paréntesis Explicativo: La descripción de mis va vacaciones en Francia va a ser totalmente subjetiva, puesto que la pasé muy bien y entre amigos. Sin importar el lugar donde hubiera estado, ya sea en la peor taguara de El Tigre o en lo más alto de Skyline de Hong Kong; sé perfectamente que la hubiera pasado excelente bajo estas condiciones. Más son los recuerdos de las gratas experiencias vividas que de los lugares que visité.
Aterrizo en Francia, concretamente en Lyon. El vuelo había sido placentero,
pese a que no logre pegar un ojo en 2 horas. Atravieso aduana y migración en
cuestión de segundos, como de costumbre, hasta llegar el Lyon. Hacía un frío
terrible e inesperado, en días anteriores había hecho bastante calor. Tomo el
tren que me llevaba al centro de la ciudad donde me encontraría con una amiga y
de allí procedo a recorrer la ciudad. Poco que decir, recorrí Lyon por escasas
cuatro horas. Viniendo de Londres parece un pueblo, pero es que las ciudades
Europeas salvo excepciones y capitales; no se destacan por ser muy grandes. Sin
embargo, de Lyon puedo decir que tienen todo lo que necesito en una ciudad para
poder vivir: un Metro, un Aeropuerto, un Subway y un Starbucks.
En horas de la tarde, tras habernos encontrado con otro a amigo, me dirijo
a Grenoble. La vía a la ciudad fue memorable, el tren para en Voiron, un pueblo
de 30 personas en el que todos se conocen y el que fácilmente uno puede
conquistar y proclamarse Archiduque. Además, en Voiron usan caballos para el
transporte público, era lo más parecido a un pueblo de carretera que había
visto en mucho tiempo, tipo desde la última vez que fui a Ciudad Bolívar o a
Macclesfield.
Llego a Grenoble y es el shock. Los atractivos turísticos de la ciudad son
el Teleférico que te lleva a la Bastilla, el Teleférico, el Teleférico, el
Teleférico, el Teleférico y bueno… el Teleférico. Grenoble hace que Lyon, otro
pueblo, se vea grande; y no tienen Starbucks. De Grenoble es poco lo de
interés, solo puedo decir que pasé un muy buen rato y por primera vez en mucho
tiempo, JUGUÉ TRUCO, una de las razones fundamentales de mi existencia.
La peor experiencia de mi viaje en Grenoble fue cuando por falta de
presupuesto y de lugares abiertos (En Francia inventan algo llamado “Lunes
Santo”), compramos dos cajas (Sí, cajas; estás leyendo bien) de Pasta preparada
en una máquina dispensadora, y luego las calenté en el microondas y me las comí
con unas barras de pan que encontré en la recepción de un hotel. Lo irónico
radica en que hice esto en compañía de un estudiante de Gastronomía.
Me monté en un tranvía por primera y segunda vez en mi vida,
respectivamente, en Lyon y en Grenoble. Gané jugando al Truco con una mujer en
mi equipo, sé que parece imposible de creer. Probé un cigarrillo de tabaco de
liar por primera vez en mi vida, me pareció increíblemente desagradable, aquí
es donde argumento que fumar es ridículo y es evidencia de aquellos “que no
pueden llevar el día a día”. Agarré mi tercera pea en Europa “Continental”,
supuestamente. Hice la nota mental de más nunca probar Mostaza en Francia, es
picante.
Concluding, me esperaba Francia mucho peor, y cuando digo peor me refiero a
más lleno de negros y árabes, pero nada que ver con Londres (O mejor dicho,
LONDONISTAN) en ese aspecto. Me esperaba Francia mucho más barato, pero
encontré precios casi al nivel de Londres, peores en algunos aspectos. Concluding, la pasé excelente más por la compañía que tuve que por el país en
si.
En Francia disfruté de 8 privilegios que no volví a tener hasta llegar a
Londres: Enchufes, WiFi, 2 comidas diarias por lo menos, alcohol, ducha, baño
“propio”, el no tener que cargar 8 kilos en la espalda a donde quiera que fuera
y el poder dormir sobre un colchón. En eso momento no tenía ni idea como iba a
extrañar los privilegios mencionados anteriormente en los 5 días por venir.
Llego al terminal de autobuses de Grenoble el Jueves a las 4 de la tarde,
con una hora de anticipación y noto que el autobús está demorado 45 minutos. Es
una ley que todo autobús o tren que venga desde o vaya hacia España está demorado.
Aplica lo mismo para Italia, pero en menor escala.
Iba a Barcelona, pensaba recorrer la ciudad, además estaría un paso más
cerca de Málaga y Gibraltar. En mi
autobús iban 3 senegaleses-franceses que hablaban Español de Castilla, 2
francesas estúpidas (Valga la redundancia), 2 catalanes, 2 polacos, un
boliviano, un peruano y un plomero de Alicante. El asiento era cómodo y tenía
13 horas de trayecto por delante. Llevaba una nota mental de al llegar a
Barcelona tratar de resolver de alguna forma como llegar a Málaga.
Me siento y me dispongo a seguir leyendo “Homenaje a Cataluña” de George
Orwell en la Kindle, en su versión original en Inglés; irónico que lo lea en
medida que me dirija a Cataluña. Indicio Explicativo: George Orwell es el
escritor Británico más trascendente del Siglo XX y “Homage to Catalonia” narra
su experiencia sirviendo a las milicias comunistas durante la Guerra Civil
Española. El autobús se pone en marcha con 45 minutos de retraso y sigue la
aventura, destino: Barcelona.
Jueves, 12 de Abril, 5:45 PM. Fin de la parte 2.