sábado, 4 de junio de 2011

Hunger.


Título: Hunger.
Año: 2008.
Producción: Irlanda.
Dirección: Steve McQueen.
Elenco: Michael Fassbender, Liam Cunningham, Stuart Graham.

1981. La IRA está luchando en las calles de Belfast por la Independencia de Irlanda del Norte. Muchos de sus dirigentes y activistas van siendo apresados. Una huelga de hambre se inicia en las cárceles, liderada entre otros, por Bobby Sands. Fuerte, difícil de digerir y con imágenes impactantes, la ópera prima de Steve McQueen es muy recomendada y demuestra que sí hay madera de cineasta.

El filme se divide claramente en tres historias. El día a día para mantenerse vivo de los prisioneros, la conversación de Sands con el cura y su posterior muerte.

En las cárceles de Belfast se les pedía ser tratados como presos políticos, pero los reos de la IRA fueron ignorados y tratados con crueldad. Vemos los métodos de supervivencia extrema de los reos políticos, adentrando una radio en la prisión o fumándose las páginas de la biblia, abriéndose huecos en la ropa para esconder una que otra cosa. Abre la película con un guardia de seguridad lavándose las manos en la mañana, luego vemos la misma toma horas después, esta vez el agua sale roja producto de la sangre en los nudillos del guardia, un flashback de Pilatos.

El oficial de motines que se esconde y rompe en llantos durante la paliza brutal que sus compañeros dan a los reos, el guardia de seguridad que echa al suelo las migajas que le caen en el pantalón durante el desayuno, son esos pequeños reflejos de que todavía queda algo de humanidad.

Sands expone al cura de la prisión sus motivos para hacer la huelga de hambre, en una conversación que ocupa veinte minutos del filme y repasa la infancia de Sands y los actos que condicionarían su conducta adulta. Difícil escena escrita por Enda Walsh, de alto grado intelectual, donde Fassbender se gana al espectador y deja puesto el preámbulo para que McQueen haga lo que le dé la gana en cuanto a la huelga de hambre.

Fassbender, quién limitó sus comidas por 2 meses para poder interpretar el papel, es el alma de la película con el difícil y psicológicamente agotador rol de Sands. El último tercio del filme es la muerte en condiciones infrahumanas de éste. El tejido deteriorado y sangriento, el pulso y el corazón fallando, los riñones colapsados, úlceras en el estomago y la flacidez de los músculos. Sands, moribundo, recibe la visita de un oficial contraterrorista británico, se mantiene en pie por primera vez en mucho tiempo, para colapsar pírricamente.

66 días de huelga, de dolor y agonía, llegando a un punto en que la finalización de la huelga no lo podría salvar, era imposible compensar su organismo. Sands muere y luego terminaría la huelga de hambre, que duró 9 meses. Las protestas de la IRA no llegaron a materializarse en logros políticos, pero si en la libertad de muchos de sus activistas. Digna Ópera Prima.

ArioScore: 8/10.

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